Hagamos memoria: La primera medida fue suspender contratos usando fondos del Seguro Cesantía. Acá se dispuso de los US$8 mil millones de las cuentas individuales más US$4 mil millones del fondo solidario. ¿El Estado? El Gobierno propuso reponer hasta US$2 mil millones sólo una vez que se agotara el fondo solidario.
Luego vino la propuesta de liquidez a micro, pequeñas y medianas empresas vía endeudamiento FOGAPE. Así, más de 170 mil micro y pequeña empresas se endeudaron por cerca de US$2.2 mil millones. Estamos hablando principalmente de trabajador@s/dueños y no inversionistas.
Ahora estamos en el quinto mes y quienes hayan tenido suspensión de contrato -más de 700 mil trabajador@s según las cifras oficiales- han visto reducidos sus pagos hasta llegar a un 35% de lo que ganaban. Además, de quienes tenían trabajo en el primer trimestre, existe una pérdida de 1.8 millones de trabajos.
A eso se suma otro gran tema: el endeudamiento. Las familias trabajadoras durante esta crisis echaron mano a todo lo que tenían, y también a lo que no tenían. La morosidad subió a una cifra récord y roza las 5 millones de personas, a quienes las deudas las persiguen mes a mes.
Además, dada la inacción y desconocimiento de la realidad del gobierno, aprobamos el retiro de un porcentaje de sus fondos de pensiones. Hablamos de aproximadamente 7 millones de trabajador@s por un total aproximado de US$13 mil millones. Sus ahorros.
Ahora, del fondo covid (US$12 mil millones), si sumamos sólo lo que se va a imputar como aporte a familias, no se llega a US$6 mil millones. El resto irá como incentivo a la inversión. Y bueno, de todo ese gasto, el IVA financia el 45% del gasto público.
Con todo, queda ilustrado que los costos de estas medidas se han sostenido en las familias trabajadoras. En contraste, el informe OXFAM nos muestra que las grandes riquezas de Chile y Latinoamérica han crecido durante los últimos 6 meses.
El debate sobre un #ImpuestoALosSuperRicos lo venimos planteando desde marzo, y es una invitación a pensar en quién paga la cuenta de una forma justa, apuntando a la cohesión social. NO ES SOSTENIBLE q las familias trabajadoras asuman la mayoría del costo de esta crisis.