
Un año antes del estallido social, el Gobierno de Sebastián Piñera presentó una Reforma Tributaria que aumentaba la desigualdad al permitir que las mayores fortunas del país como las de Luksic, Paulmann o el propio Sebastián Piñera pagaran menos impuestos, reduciendo el ingreso disponible en el Estado para otros asuntos urgentes como son las pensiones de miseria, la crisis hospitalaria o las políticas de infancia.
Si bien el acuerdo al que ha llegado el Gobierno y parte del Senado puso freno a algunas medidas totalmente regresivas que aumentaban la desigualdad, la propuesta tributaria sigue siendo insuficiente para los desafíos que Chile tiene por delante, especialmente luego de tres meses del estallido social, en el que las demandas del pueblo exigen más recursos para programas sociales, el gobierno del Presidente Piñera impide avanzar en esa dirección, sirviendo como dique de contención para que ni los súper ricos ni las empresas contaminantes paguen lo justo.
¿Cuándo será el momento indicado si no es ahora? ¿Por qué después de las movilizaciones más masivas desde la recuperación de la democracia, en las que la sociedad ha consensuado un diagnóstico de grandes injusticias sociales e insuficientes garantías de derechos, el gobierno no está dispuesto a llevar a Chile a los niveles de carga y progresividad tributaria que tienen los países desarrollados?
Nosotros lo dijimos desde el principio: no podemos poner a los Súper Ricos primeros en la fila de los beneficios tributarios. Este es el momento de avanzar en una dirección en la que recaudamos los recursos necesarios para garantizar derechos y tener un desarrollo sostenible y equitativo. Las propuestas que presentamos a continuación constituyen un punto de partida para que exista justicia y suficiencia tributaria.
Como Revolución Democrática creemos que este proyecto de Reforma Tributaria debe concretar un aumento sustantivo de la carga tributaria: 5% del PIB, que permita abordar un mayor gasto en salud en vez de seguir endeudando a hospitales, un piso de seguridad social a través de una pensión básica universal, mayores recursos para las comunas más vulnerables del país, entre otros.
Como fuentes de financiamiento, proponemos medidas para que i) las personas con más recursos en el país paguen más impuestos, haciendo más progresiva nuestra estructura tributaria; ii) avanzar en la desintegración del sistema tributario para que las empresas efectivamente paguen un impuesto corporativo; y iii) gravar a quienes más contaminan y ponen en riesgo la salud de la población.